martes, 15 de febrero de 2011
la importancia de una visera
Un día especial ayer en el que tenía tantas cosas que celebrar. Ni más ni menos que otros días pero sin embargo la fecha 15-Febrero me hacía tenerlas quizás mucho más presentes y me ayudaba a hacerme más consciente de la felicidad que me producía regodearme con su disfrute.
Como sentía ganas de cantar, o mas bien tararear bien alto, me marché al gimnasio a una clase de clclying. Allí no tenía problema, solamente necesitaba que la música elegida por el monitor fuera capaz de conectar con mi alegría. Efectivamente no fue difícil, así que disfruté y me esforcé de lo lindo.
Tras un rato de siesta que el cuerpo me pedía a gritos tras haber pasado 16h de guardia el día anterior, seguí recibiendo llamadas, contestando mensajes en las redes sociales y dejando otras muchas pendientes de devolver para última hora del día. Nuestro rato de asueto y conversación en movimiento lo tuvimos Rafa y yo durante la hora que a Diego lo dejamos en clase de guitarra.
Nos las prometíamos muy felices...momentos de recordar viejos tiempos, risitas al compás de las zancadas más o menos pausadas....
si, durante los 10 primeros minutos de calentamiento el guion se cumplió. Sim embargo unas primeras gotas refrescantes que nos acariciaban intermitentes el rostro, no presagiaban, ni mucho menos, el diluvio con agua racheada y viento que nos atormentó el resto del tiempo. Yo al fin y al cabo tenía una importante protección, que por otra parte nunca olvido ni tan siquiera cuando voy al gimnasio: Mi "bendita visera". Si no que se lo digan a Rafa si era o no bendita. Tuvimos que cambiar de dirección porque no era capaz de vislumbrar apenas lo que tenía delante de sus narices por la potencia de la lluvia sobre los ojos, sin hacer de menos tampoco el impacto de los potentes goterones sobre la testa desnuda. cuando volvíamos, rios de agua que discurrian por la calzada hacían que sintieramos el chapoteo y el frio intenso en nuestros pies como si nos hubiera vaciado un cubo de agua helada en ellos.
al llegar a nuestro destino el titular que me regaló Rafa para el post de hoy: "El corredor y la importancia de una visera"·
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