domingo, 30 de enero de 2011
La teoría del divertimento
Hoy me he levantado cargada de energía tras terminar la tarde-noche de ayer disfrutando de una actuación musical en directo en el Bar La Cambolita, donde todos los domingos del año tienen establecida programación musical en vivo. www.facebook.com/LaCambolita. Fue un verdadero placer disfrutar de un par de horas de escucha, interacción y ritmo compartidos con Rafa y con nuestro hijo Diego de 12 años, grandes amantes los dos de este maravilloso arte. El grupo que actuaba no era el programado en un principio pues ocurrió una situación inesperada que impidió la actuación del que figuraba en el cartel original. Sin embargo, decidimos acercarnos hasta el pueblo de Gajano, donde se encuentra este agradabilísimo y acogedor local, sin llevar ninguna expectativas preestablecida, y acudir totalmente abiertos a disfrutar y divertirnos al máximo con la música que nos presentaran quienes los sustituían. !!Bieeeen!!....., versiones de clásicos del rock fue lo que nos regalaron. Lo pasamos estupendamente, así que solo me queda agradecer a los organizadores su eficacia al resolver la contingencia inesperada, y a la banda rock Tunes, a la que no conocíamos, sus ganas, empeño y saber hacer en el escenario.
Ser consciente cada día de la grandeza de la filosofía "Carpe Diem"(aprovecha el momento) de la que hablaba en el post del día 5 de este mes, me hace sentir feliz.
Así marché al gimnasio esta mañana y participé en la clase de cycling de mi club deportivo www.clubdeportivomarisma.com que dirigió estupendamente Ricardo. Arriba mi gráfica de hoy.
Mientras completaba un escueto circuito de tonificación en la parte dedicada a los aparatos y pesas reflexionaba acerca de las motivaciones que me mueven en mayor medida a realizar ejercicio físico. Mi conclusión final fue clara: realmente me lo paso muy bien. Disfruto con las sensaciones que tengo, con la gente a la que conozco y con las que comparto conversaciones y momentos. Disfruto cuando corro en soledad y noto como fluyen en mi las ideas, o como en ocasiones dejo libre mi mente y apenas me doy cuenta de las vueltas que doy al circuito absorta en un vacío de pensamiento, algo que según lo que he interpretado cuando me han hablado de ello, debe ser muy parecido a lo que sienten aquellas personas que practican meditación. También lo paso bien cuando voy a correr con mi marido, Rafa. Solemos aprovechar para contarnos las cosillas cotidianas que nos han pasado durante el día. Esos momentos de complicidad en movimiento simbolizan también de alguna forma el tronco que, según describe en su libro "Un corazón lleno de estrellas" Alex rovira www.alexrovira.com, hay que echar al fuego, para contribuir a mantener encendida la llama del amor. Este libro de amigable lectura y en el que actualmente estoy enfrascada, ha sido un regalo de mi admirada amiga Yolanda, integrante también de www.mentesolidaria.org
como le explica Antoine, uno de los protagonistas de la historia al joven Erik....
"-El amor verdadero es esto. -¿Qué quiere decir?. - El amor es echar siempre un tronco al fuego. Sólo así se mantiene encendida la llama. Suena obvio, pero demasiada gente lo olvida. Por eso se llevan mal tantas parejas. Si quieres amar de verdad, recuerda esto, chico: aunque estés cansado, tendrás que ir a buscar un leño para alimentar el fuego. Si no lo haces, por la mañana sólo encontrarás las cenizas de lo que había sido tu amor."...
En resumidas cuentas pienso que definitivamente pasarlo bien con el ejercicio para mí es una gran motivación.
Muchos estudios apostillan que también lo es para muchísima gente más. Y viendo los beneficios que practicarlo tiene en múltiples ámbitos de la vida de las personas, sería estupendo que las autoridades le echaran imaginación y buscaran estrategias innovadoras que favoreciera su práctica. Como por ejemplo esta que mi sobrina me hizo llegar a través del correo electrónico:
A la salida de las estaciones de tren o metro la inmensa mayoría de la
gente opta por coger las escaleras mecánicas en lugar de subir a pie. Está más que demostrado. Pero ¿habría alguna manera de invertir la tendencia y hacer que un número mayor de viajeros se decidieran por hacer un poquito de ejercicio? La campaña The Fun Theory, ideada por la agencia DDB Stockholm, viene a demostrar que es posible. The Fun Theory es una iniciativa muy original que propugna que la manera más fácil de cambiar el comportamiento de la gente para mejor es hacer que éste sea divertido. En el caso que muestra el vídeo lo han conseguido de sobra.
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